jueves, 6 de diciembre de 2012


Reflexión tema 2

En este tema  nos hemos profundizado en conocer el  conductismo y el constructivismo.

Había comenzado redactando estas teorías, pero considero que mediante esta tabla comparativa abajo expuesta entenderemos mejor y nos quedara más claro.


Conductismo

Constructivismo
Autores: Watson, Pavlov, Skinner.
Autores: Piaget, Vygotski, Bruner, Ausubel.
Aprendizaje como resultado de la asociación que se produce por la intervención del refuerzo  Estímulo – Respuesta.
Aprendizaje como resultado de un proceso de construcción y reconstrucción de significados.
Aprender es lograr cambios observables y medibles de la conducta.
Aprender es lograr modificar y enriquecer esquemas de pensamiento prexistentes.
El alumno es una caja negra, biológica, pasiva, que responde a estímulos.
El alumno construye su conocimiento, lo va generando, partiendo de estructuras cognitivas más simples, a otras más complejas, en un movimiento espiralado.
Cada estadio nuevo abarca al anterior (pensamiento intuitivo -> sensorio motriz -> concreto... ->abstracto)
Modelo aplicado a mediados del siglo XX.
Modelo aplicado desde fines del siglo XX.
Currículum como plan de instrucción, cerrado y obligatorio, para todo el que aprende por igual.
Enseñanza de tipo enciclopedista.
Currículum como proceso y resolución de problemas. Abierto, flexible, sujeto a investigación permanente.
Enseñanza basada en situaciones problemáticas.
Obligación de cumplir con el programa.
La enseñanza está subordinada al aprendizaje.
Evaluación: medición de resultados – producto, como entes evaluables, medibles y cuantificables.
Evaluación: continua y permanente de los procesos.
Rol del docente: protagónico; conduce, guía, instruye. Entrega el saber.
Rol del docente: facilitador, orientador, intermediario en el proceso. Comparte el saber. El niño es el protagonista.
Rol del alumno: pasivo, mero receptor del saber.
Rol del alumno: protagonista. Activo constructor de su propio aprendizaje.

 
A través del constructivismo hemos aprendido que el niño es el único protagonista de su propio aprendizaje, son ellos los que tienen que decidir el cuando, como y con que. Así de esta manera conseguiremos que los niños asimilen mejor el concepto y sepan adaptarlo para lograr un aprendizaje significativo. La educadora tan solo debería dar las herramientas necesarias para que este aprendizaje se lleve a cabo.

Otro punto que no quiero dejar de mencionar, es el trabajo por fichas. Como bien nos muestra la lectura de Isabel Caballete i Alfredo Hoyuelos “fitxes llibres de text i altres incoherències escolars”. Deberíamos olvidarnos de este método tradicional de enseñanza. No es más divertido y más significativo para un niño aprender los colores por ejemplo mediante la observación experimentación i la manipulación de frutas, que ponerle una hoja con unos dibujos estereotipados. Estas fichas no se centran en la maduración de cada niño, se tienen que cumplir unos objetivos y estos son para todos por igual. En definitiva, creo que el trabajo por fichas es más por la satisfacción de los padres al ver como al final  de curso le dan un libro con todas las fichas rellenas. Y por otra parte, el trabajo por fichas es un recurso muy práctico y cómodo para los docentes ya que así no se tendría que buscar otros métodos para llegar  a esos objetivos.

“… no hay mejor sistema de educación que aquel que prepara al niño a aprender por sí.”  José Martí

 

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